Mi primer trail: I Trail de la Font de la Figuera (Iniciación)
>> martes, 28 de mayo de 2013
Tras la prueba de esfuerzo, tanto el míster como Darío me recomendaron hacer montaña para fortalecer las piernas y así incrementar mi umbral anaeróbico. Después de dos experiencias light en carreras de montaña, el domingo participé en el trail de la Font de la Figuera, por una vez hice uso del sentido común y me inscribí en trail de iniciación, con 9,5 kms y 450 metros de desnivel.
Viendo el perfil, tenía claro que no me iba nada bien, dada mi poca experiencia montañera, necesito poder recuperar en las subidas y si la pendiente es muy pronunciada, se me cargan gemelos y tendones y tengo que subir muy despacio...pero es el pueblo de mis abuelos, y aunque yo no lo recuerdo, iba allí de niño a jugar...entre unas cosas y otras, mi amigo José Ramón Gimeno, acabó de convencerme organizando un gazpacho manchego para después de la carrera...así que para La Font a subir el Capurutxo.
Una vez en la Font, reconocimiento del recorrido con JR y a animar a los del club en la salida de la prueba reina. A la media hora salimos nosotros, unos 120, la mayoría chavales de la comarca con muchas ganas de divertirse. Damos una vuelta por el pueblo con una buena bajada para coger velocidad y enseguida encaramos la primera subida, a la Ermita. Aquí ya empiezo a darme cuenta de lo que me espera, viendo el perfil que está impreso en el dorsal. Enseguida empezamos con la montaña y a subir el capurutxo, miras hacia arriba y ya ves que todo el mundo va andando...senda estrecha y en fila de uno...la cosa se pone seria. Empiezo a dejar paso, para no molestar, y me adelanta bastante gente y eso que no ha empezado lo duro. Pasa Inés una ex-compañera de UPV que al final quedó segunda, le doy ánimos, aunque ya estoy para que me los den, jejeje.
A partir del 3, subimos por el cortafuegos, miras hacia arriba y parece que no se acaba la subida nunca...el ritmo es...ejem, caracol asmático. Algún compañero que viene por detrás me ayuda de vez en cuando en las subidas más complicadas. El buen rollo y compañerismo es genial. Llegando a la cumbre una señora con una carraca anima a todos y cada de nosotros, diciendo que ya no falta nada...aunque lo poco que faltaba era lo más duro...he perdido la cuenta de la gente que me ha pasado...pero lo importante es que he llegado a arriba. Tomo un poco de agua y ahora a ver que nos espera en la bajada. Vamos por una senda estrecha, es difícil pasar a la gente y después de un par de resbalones, decido seguir al grupo que llevo delante que va a un buen ritmo.
Después de un par de kilómetros, el camino se hace más ancho y decido apretar un poco, paso al grupo y empiezo a correr deprisa, ya no queda nada y las piernas, sobretodo los gemelos, ya se han recuperado de la subida. Ahora ya voy solo, me fijo bien en las señales, para no perderme, que es mi especialidad. Ya no queda nada, apreto todo lo que puedo, llegamos al pueblo, subimos unas escaleras y última subida por asfalto hasta meta...
La organización un 10, al igual que al pueblo que se volcó con nosotros, todos los comentarios eran positivos y la gente resaltaba la dureza de la prueba.
Después de la carrera, degustación de vinos de la Bodega Antonio Arraez, incluido uno de mis favoritos, Mala Vida, y un gazpacho manchego con buena compañía y tertulia...
Primer trail terminado, y ahora a seguir entrenando las subidas que se me atragantan...¿cuando será el próximo? Pronto, seguro...
Viendo el perfil, tenía claro que no me iba nada bien, dada mi poca experiencia montañera, necesito poder recuperar en las subidas y si la pendiente es muy pronunciada, se me cargan gemelos y tendones y tengo que subir muy despacio...pero es el pueblo de mis abuelos, y aunque yo no lo recuerdo, iba allí de niño a jugar...entre unas cosas y otras, mi amigo José Ramón Gimeno, acabó de convencerme organizando un gazpacho manchego para después de la carrera...así que para La Font a subir el Capurutxo.
Una vez en la Font, reconocimiento del recorrido con JR y a animar a los del club en la salida de la prueba reina. A la media hora salimos nosotros, unos 120, la mayoría chavales de la comarca con muchas ganas de divertirse. Damos una vuelta por el pueblo con una buena bajada para coger velocidad y enseguida encaramos la primera subida, a la Ermita. Aquí ya empiezo a darme cuenta de lo que me espera, viendo el perfil que está impreso en el dorsal. Enseguida empezamos con la montaña y a subir el capurutxo, miras hacia arriba y ya ves que todo el mundo va andando...senda estrecha y en fila de uno...la cosa se pone seria. Empiezo a dejar paso, para no molestar, y me adelanta bastante gente y eso que no ha empezado lo duro. Pasa Inés una ex-compañera de UPV que al final quedó segunda, le doy ánimos, aunque ya estoy para que me los den, jejeje.
A partir del 3, subimos por el cortafuegos, miras hacia arriba y parece que no se acaba la subida nunca...el ritmo es...ejem, caracol asmático. Algún compañero que viene por detrás me ayuda de vez en cuando en las subidas más complicadas. El buen rollo y compañerismo es genial. Llegando a la cumbre una señora con una carraca anima a todos y cada de nosotros, diciendo que ya no falta nada...aunque lo poco que faltaba era lo más duro...he perdido la cuenta de la gente que me ha pasado...pero lo importante es que he llegado a arriba. Tomo un poco de agua y ahora a ver que nos espera en la bajada. Vamos por una senda estrecha, es difícil pasar a la gente y después de un par de resbalones, decido seguir al grupo que llevo delante que va a un buen ritmo.
Después de un par de kilómetros, el camino se hace más ancho y decido apretar un poco, paso al grupo y empiezo a correr deprisa, ya no queda nada y las piernas, sobretodo los gemelos, ya se han recuperado de la subida. Ahora ya voy solo, me fijo bien en las señales, para no perderme, que es mi especialidad. Ya no queda nada, apreto todo lo que puedo, llegamos al pueblo, subimos unas escaleras y última subida por asfalto hasta meta...
La organización un 10, al igual que al pueblo que se volcó con nosotros, todos los comentarios eran positivos y la gente resaltaba la dureza de la prueba.
Después de la carrera, degustación de vinos de la Bodega Antonio Arraez, incluido uno de mis favoritos, Mala Vida, y un gazpacho manchego con buena compañía y tertulia...
Primer trail terminado, y ahora a seguir entrenando las subidas que se me atragantan...¿cuando será el próximo? Pronto, seguro...
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